lunes, 17 de septiembre de 2012

Una vaca para cada medalla de oro de Sudáfrica.


Los seis deportistas sudafricanos que lograron medalla de oro en los pasados Juegos Olímpicos de Londres recibieron una vaca como recompensa de parte de un empresario del país. Cada vaca está valorada en unos 880 dólares.
Los vencedores del cuatro sin timonel peso ligero de remo recibieron cada uno una vaca o su equivalente en carne. Uno de estos deportistas, 1) Siswe Ndlovu, único negro que obtuvo un oro, eligió una vaca viva que acabará en la granja de un amigo. Otro de los remeros, 2) Matthew Brittain, eligió también una vaca, mientras que 3) John Smith y 4) James Thompson prefirieron la carne. 5) Cameron van der Burgh, campeón olímpico de 100 m braza, donó 140 kg de ‘biltong’, un tipo de carne seca a un orfanato de Johannesburgo. Por último, 6) Chad le Clos, oro en los 200 m mariposa, aún no decidió qué quiere hacer con su regalo, explicó ‘Jan Braai’, el generoso empresario, al diario Beeld.

martes, 11 de septiembre de 2012

Se cumplen 40 años de la canasta mas polémica de la historia (EEUU-URSS)


Cuarenta años después de aquella final, las heridas siguen abiertas y doce medallas de plata siguen guardadas en un banco suizo. Estado Unidos no reconoce la derrota y los vencedores se pavonean de la hazaña. 

lunes, 10 de septiembre de 2012

Sándwiches que emborrachan.


Salumé es una tienda de Nueva York que vende diferentes tipos de emparedados embebidos en alcohol.
El pequeño local de Manhattan tiene a disposición de sus clientes la primera línea de sándwiches con gin, whiskey y licor, entre otras bebidas espirituosas.
La innovación reside en que los sándwiches ya vienen empapados en alcohol, por lo cuál uno puede alimentarse y embriagarse a la vez.
Por supuesto que está prohibida la venta a menores de 21, ya que el alcohol es agregado luego de la preparación de la comida, y no cocinado con ella, y por ende retiene todas las propiedades de la bebida.
En el menú de Salumé no está especificada la cantidad ni la graduación alcohólica de los emparedados, pero a nadie parece importarle. Y los precios varían entre 11 y 18 dólares, dependiendo de la bebida con que esté preparado.



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