Se trata de Emma Bassett de 22 años. Cuando tenía doce años estuvo a punto de morir por un tumor cerebral de un tamaño pareciado a una mandarina y poco antes de fallecer se subió a una montaña rusa y superó el cáncer gracias a la atracción.
Cuando ella se montó en la montaña rusa, ese tumor en su cerebro estaba bloqueando el paso del riego sanguíneo y al montarse en la atracción, la presión se alivió y le hizo que tubiera unos días más de vida gracias a la agitación que sufrió de la montaña rusa. Todo esto lo descubrió cuando fué al médico a causa de unos mareos y dolores de cabeza que tenía dos días despues de subirse a la montaña rusa.
Gracias a ello, los médicos tubieron tiempo suficiente de una operación de urgencia y salvaron su vida. Su recuperación fué muy lenta, ella no podía andar o comer sin que le ayudaran y en su último análisis no había señales de reaparición del cáncer. Después de varias operaciones y esfuerzos, esta totalmente curada y llena de vitalidad. Está actualmente estudiando porque quiere ser profesora de Primaria y también esta unida a la campaña Head Smart de la Fundación Samantha Dickson Brain Tumour cuyo objetivo es dar a conocer la detección de los primeros síntomas de un tumor cerebral.
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