Dimitri Kuvaldin estuvo encerrado 33 en un habitación de diez metros cuadrados por su madre. Ella afirma que lo hizo por su seguridad, para que no tuviera que aguantar las duras bromas de colegio.
Según informa el portal Life News, Dimitri Kuvaldin recuperó su libertad al fallecer su progenitora hace 10 años. Fue ahí cuando salió por primera vez a la calle.
Tras la muerte de su padre, cuando Dimitri aun era un niño, su madre presenció como se burlaban de él unos chicos en plena calle. Fue entonces cuando decidió que ya no volvería a recibir abusos de ningún otro chico.
La infancia de de Dimitri transcurrió en una pequeña habitación donde prácticamente se dedicó a la lectura. En la actualidad el chico recibe una pensión por discapacidad.
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